Publicada en OcioZero
Sinopsis: Hace quince años Judith, Eva, Estella, Caroline y Kiki, cinco mujeres
muy diferentes, se conocieron en un curso de francés. Desde entonces se reúnen
el primer martes de cada mes en el restaurante Le Jardin para cenar y ponerse
al día; y, una vez al año, se van de viaje juntas. Pero las cosas han cambiado
últimamente: Judith, que acaba de quedarse viuda, se ha convertido en una mujer
vulnerable que no logra superar la pérdida de su marido.
Para
conseguirlo quiere emprender el viaje de peregrinación a Lourdes que él nunca
pudo hacer. Preocupadas por su amiga, las otras cuatro mujeres no dudan en
acompañarla y juntas se embarcan en una travesía de verano que cambiará sus
vidas para siempre.
Reseña: A pesar de que las novelas chick lits tienden a caracterizarse por el uso de un tono
irreverente y sarcástico, permitiendo a sus protagonistas expresarse libremente
sobre determinados temas, que hasta ese momento se consideraban tabú, en
escenarios glamurosos y urbanitas; sin embargo, los últimos éxitos literarios
escritos por y para mujeres dejan traslucir un cambio de tendencia dentro del
género.
La trilogía de «El club de los
viernes» (Kate Jacobs) y «La lista de mis deseos» (Gregorie
Delacourt) son algunos ejemplos actuales, con un estilo más parecido a Fannie
Flag («Tomates verdes fritos») que a Candece Bushnell («Sexo en Nueva
York»). Es decir, las mujeres jóvenes solteras, independientes y
profesionales son sustituidas por otras ya adultas, casadas y con hijos que se
replantean sus existencias después de muchos años ejerciendo simplemente de
amas de casa o equilibrando su vida familiar y personal. De igual modo, los
ambientes cosmopolitas de grandes ciudades como Nueva York, Londres y similares
son sustituidos por ciudades de entorno más hogareño, en el que los conflictos
no están relacionados con la imposibilidad de comprarse un par de zapatos Jimmy
Choo, asistir a una exclusiva fiesta en el Soho o recibir una proposición de
matrimonio con un anillo de Tiffany -nunca inferior a cinco quilates-. Por el
contrario, esta «nueva» generación debe enfrentarse a cuestiones más
cotidianas con las que cualquier lectora puede sentirse realmente identificada,
como la rutina en su matrimonio (Catherine), la posibilidad de perder su
trabajo ante la necesidad de modernizarse (Kiki) o la excesiva dependencia
familiar (Eva).
Precisamente, «Las cenas de
los martes» tiene como punto de partida la tradición de estas cinco amigas
de reunirse un martes de cada mes en Le Jardin, el mismo restaurante donde se
reunían después de sus clases de francés y en el que surgió una amistad
aparentemente inquebrantable. Sin embargo, Judith se muestra incapaz de superar
el fallecimiento de su esposo. Este cambio en su vida acabará repercutiendo en
el resto del grupo, quienes decidirán acompañarla en su viaje por El Camino de
Santiago. Durante el recorrido, tendrán la oportunidad de redescubrirse a si
mismas con cada nuevo paso hacia Lourdes. Sin embargo, el cansancio, las
ampollas y otras penurias no serán sus mayores obstáculos, sino ellas mismas –y
algunos secretos que han conseguido mantener ocultos a las demás hasta ahora-.
Monika Peetz permite que toda la atención del lector
recaiga sobre sus cinco protagonistas al situarlas lejos del entorno en el que
normalmente se desenvuelven y obligándolas a convivir por primera vez en quince
años sin ninguna distracción. De este modo, comprobamos que la amistad
profesada durante ese tiempo es, en realidad, mucho más frágil de lo que
aparentaba y entre ellas existen mucho más problemas de los que quisieran
reconocer. Las discusiones son una constante en cada nueva etapa, algo atípico
en este tipo de novelas donde los lazos se estrechan ante las dificultades. Esta
es la principal novedad que nos aporta la autora alemana respecto a otras
novelas. Una historia que no nos describe el surgimiento de esa amistad, sino
el esfuerzo y el sacrificio que debemos realizar para conservarla.
Por otro lado, merece destacarse la
estructuración de los personajes. A pesar de que puedan parecernos el clásico
grupo de mujeres cuyas similitudes consiguen imponerse a las diferencias de
educación, clase social, estado civil o personalidad; su principal atractivo
radica en el cambio que experimentan. A pesar de realizar El Camino de Santiago
juntas, cada una de ellas recorre uno propio. De ahí que la autora haya optado
por capítulos breves que se corresponden a una perspectiva concreta, en lugar de
complementarse. Es decir, la narración no es lineal, sino que se realizan
reconstrucciones de los acontecimientos conforme conocemos la implicación de
cada personaje. Por esta razón, algunas poseen un mayor protagonismo que otras
durante todo el libro. Si bien, se hubiese agradecido un mejor desarrollo de
Estelle, relegada a la amiga elitista y superficial; y Judith acaba resultando
irritante ante su imperiosa necesidad de mostrarse siempre como la víctima, así
como su parecido con el personaje de Holly («Posdata. Te quiero»,
Cecelia Ahern). Resulta muy significativo las semejanzas entre ambas, tanto en
la reacción ante el fallecimiento de su esposo como la superación de su pérdida
a través de un legado escrito.
A pesar de ello, «Las cenas de
los martes» nos impulsa a reservar cubierto para compartir mesa con estas
cinco amigas, siendo testigos de sus deseos e inquietudes mientras disfrutamos
de una comida inolvidable, como siempre, cada martes en Le Jardin a la espera
de la publicación de su segunda parte.
LO MEJOR: Al contrario que la mayoría de las novelas chick list, la autora no nos describe el
fortalecimiento de la amistad entre sus protagonistas ante las adversidades,
sino su distanciamiento, e incluso ruptura. La elección del escenario permite
centrarse en los conflictos de cada personaje, sin elementos que distraigan la
atención del lector. La estructuración de la novela en capítulos breves que se
corresponden con una sola perspectiva de las cinco.
LO PEOR: Ciertos personajes tiene mayor protagonismo que otros.
Judith es bastante parecida a la protagonista de «Posdata. Te quiero». Al
catalogarse como novela chick list,
las lectoras la prejuzgan.
Sobre la autora: Monika Peetz
(Alemania, 1963) estudió filología alemana, ciencias de la comunicación y
filosofía. Después de trabajar para diversas agencias de publicidad y varias
editoriales, colaboró como redactora y guionista en la televisión estatal de
Alemania y desde 1998 se dedica a escribir guiones. Su primera novela, Las cenas de los martes, se ha convertido en un
sorprendente éxito editorial en Alemania con más de 700.000 ejemplares vendidos
en seis meses. Su segunda novela, que se acaba de publicar, lleva 140.000
ejemplares vendidos en apenas dos meses.
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