Diez adolescentes. Tres días. Un asesino 

Inspirándose en el clásico de suspense, Diez negritos (Agatha Christie), la autora concibe un remake orientado al lector adolescente con inesperados tour de face, convirtiéndose en un auténtico fenómeno en Estados Unidos entre los  incondicionales del género. Una novela en la que no puedes confiar en ninguno de los personajes, ni siquiera en el narrador.

Sinopsis: Cuando Meg y Minnie reciben una misteriosa invitación a una fiesta en Henry Island no dudan en mentir a sus padres para poder ir. Es una oportunidad única antes de empezar la universidad. Al llegar a la isla, conocen a los otros ocho invitados y encuentran un DVD con un siniestro mensaje: «La venganza es mía». Meg empieza a sospechar que algo no va bien. Una terrible tormenta los deja aislados sin electricidad ni wifi, y faltan cuarenta y ocho horas para que llegue el próximo ferry. El primer cadáver puede interpretarse como un suicidio, pero aparece otro... Entonces, Meg comprende que el mensaje iba en serio. ¿Podrán Meg y Minnie salir con vida?



«Diez sigue la tradición de la ficción de horror para jóvenes: una noche con tormenta, corte de las líneas de teléfono, desapariciones misteriosas, traiciones, secretos y muchos giros, una casa en el embarcadero, pero aporta muchas sorpresas, que harán de Diez una lectura trepidante.»  ALA Booklist

«La novela de Gretchen McNeil es mi favorita de este año. Mientras la leía, cada vez que oía un ruido en mi casa, botaba en mi silla. Seguro que se convertirá en un clásico.» Nancy Holder, ganadora del premio Bram Stoker

«McNeil traslada todas las emociones y miedos de una película de horror a esta novela de ritmo vertiginoso y sarcásticos diálogos. Es como leer Scream Romantic Times


Sobre la autora: Gretchen McNeil es escritora, cantante de ópera y colabora con el Circo Berzerk de Los Ángeles. Diez es su segunda novela. Con ella, ha obtenido un gran reconocimiento. Es una de las fundadoras del grupo YA REBELS, que se dedica a difundir todo lo relacionado con la literatura para jóvenes.






El viaje hacia la promesa de una vida mejor

Una novela con un sólido fundamento histórico que relata las vicisitudes de los emigrantes españoles en América a través del buscador de fortuna Tarsicio Báguena.

Sinopsis: El niño Tarsicio Báguena, tras pasar una infancia hostil en la posguerra española, se ve involucrado involuntariamente en un homicidio que lo empuja a huir, debiendo abandonar su ciudad natal por este motivo. A partir de esta decisión crucial, su vida discurre entre aventuras y sucesos que forjarán en él un carácter tenaz y desconfiado. Con gran esfuerzo, y la inmersión en diversos oficios, el muchacho va madurando hasta convertirse en un emprendedor.

En su devenir trepidante, cruza por diferentes avatares en los que  el enamoramiento y la relación frustrada con varias mujeres lo conducirán de regreso a su patria chica, no tanto para encontrarse con sus verdaderas raíces como para enterrarlas en su propio terruño.

Durante sus últimos momentos, Tarsicio recordará aspectos de su vida inquieta tan relevantes como su deserción de la guerra del Sáhara, su paso por ciudades mexicanas donde hizo fortuna, aquella tierra Argentina de reminiscencias peronistas que le desbordó o el encuentro con el sosiego en su tardío matrimonio con una viuda de indiscutible elegancia y fuerte personalidad. Y al final… la casa de  sus sueños en la que descansar de tan azarosa vida viajera.


Sobre el autor: José Manuel Cenzano ha sabido combinar su faceta de médico pediatra con la de escritor y colaborador en la SER, COPE o el Diario de Navarra. Después de publicar Cara o cruz, Nostalgia en gris, Víctima del pasado y El tren, se supera y consolida en El indiano, donde pone de manifiesto su experiencia como autor de impecable prosa y jugosos contenidos cuidadosamente relatados.


Sinopsis: Bárbara ha sufrido dos durísimos golpes en su vida: su marido murió de un infarto cuando ella estaba embarazada y su pequeña hija Ángela fue raptada y asesinada cuando sólo contaba con cuatro años de edad. El cadáver de la niña apareció destrozado y la identificación, por medio de las ropas, fue incierta.

Poco a poco, Bárbara consigue superar su dolor y en la actualidad es una brillante agente literaria, vive sola y mantiene una apacible relación sentimental con un editor. Hasta que un día… una llamada telefónica vuelve a alterar su existencia. En la distancia una voz asegura ser Ángela, y esa misma voz dice: «¡Mamá, te necesito!».

A partir de ese momento se suceden una serie de hechos misteriosos, como si alguien dejara pistas perversas para inducirla a creer que su hija todavía sigue viva. La voz la cita en una casa deshabitada en la que, hasta hacía poco, se alojaba una secta «sin nombre», conocida porque practicaba cultos satánicos y cuyos crímenes recordaban a los de la tristemente famosa familia Manson.

Crítica: El asesinato de Sharon Tate, la mujer de Roman Polanski, conmocionó a la población estadounidense. Aquella noche celebraba una pequeña reunión con tres amigos del matrimonio (Jay Sebring, Abigail Folger y Vytek Frykoski) en el número 10050 de Cielo Drive en Beverly Hills, California. Lamentablemente, su esposo la llamo para informarle que, a consecuencia de los contratiempos en el rodaje de su nueva película, «Rosemary’s Baby», seguiría ausente todavía un tiempo, incluso existía la posibilidad de que no llegase para el nacimiento de su hijo. Sharon estaba embarazada de ocho meses. Cuando se disculpaba ante sus invitados, irrumpieron en el salón un grupo de desconocidos, todos miembros de «La familia». Los acólitos de Manson, gurú de este nuevo movimiento religioso, asesinaron brutalmente a los invitados apuñalándolos. No obstante, prolongaron la muerte de Sharon Tate, quien recibió dieciséis cuchilladas, la mayoría con el único objetivo de causarle el mayor dolor posible. Después la colgaron del techo junto a Jay Sebring, como si fuesen las reses de un matadero y con su sangre escribieron en la puerta principal de la mansión «pig».

A pesar de las múltiples teorías existentes, desde una elección casual de las víctimas hasta la polémica temática de la película de Polanski (la práctica de cultos satánicos entre la élite estadounidense), todavía no ha podido establecerse el móvil de tan horrible crimen. Con todo, no es el único ejemplo sobre casos de violencia realizados por las «sectas destructivas», aunque si uno con mayor repercusión mediática por su brutalidad en la década de los sesenta.

Inspirándose en estos asesinatos, Ramsey Campbell desarrolla su paráfrasis sobre la violencia espontánea ejecutada por personas aparentemente normales que, incomprensiblemente, agreden a completos desconocidos sin causa aparente. Sin embargo, el autor inglés plantea la posibilidad de que, en realidad, esas personas no mintiesen cuando afirman «me obligaron a hacerlo». Por tanto, la cuestión no en el por qué, sino quién como se plantea en el prólogo.

Precisamente, el propio título, «La secta sin nombre», nos anticipa que la respuesta dependerá de la interpretación subjetiva sobre lo leído, porque, al igual que en anteriores novelas, Campbell quiere que el lector se implique en la historia. A fin de conseguirlo, describe un enemigo carente de identidad al que no podamos identificar, privándolo incluso de nombre. Y es que, aunque el miedo es un sentimiento universal asociado con el instinto de supervivencia inherente a cualquier especie, cada persona lo asocia con algo concreto. De igual modo, las formas de infligir dolor también son infinitas…

Ramsey Campbell introduce poco a poco el horror en la vida cotidiana de Bárbara Waugh ante la posibilidad de que su hija no hubiese sido asesinada cuando apenas tenía cuatro años de edad, sino que durante todo esos años ha estado retenida contra su voluntad por «La secta sin nombre». Una simple llamada de teléfono, que rompe la quietud en una casa demasiado silenciosa cuando antes los sonidos de unos pequeños pasos recorriendo las habitaciones acompañados siempre por una risa infantil, le devolverá la esperanza para recuperar aquello que tan injustamente le fue arrebatado hace demasiados años.

La sutil prosa del escritor inglés proporciona detalles trascendentales para incrementar la tensión psicológica del relato a través de escenarios urbanos y cuotidianos en los que enclavarlos. La aparente sensación de seguridad basada en nuestra rutina desaparece conforme leemos. La oscuridad se vuelve tangible en sus páginas, algo vivo que nos persigue incansablemente. Desplazándose sigilosa entre las sombras entre los diferentes planos que conforman nuestra conciencia. Aguardando paciente la llave que le permita acceder finalmente a este mundo.

Al igual que su protagonista, «La secta sin nombre» consigue manipular nuestros sentidos hasta debilitar la fe en nuestras convicciones a fin de que nos replanteemos cada línea, cada párrafo, cada página que la componen. Ramsey Campbell obtiene ese perturbador resultado mediante la intercalación de escenas diarias con otras en la que predominan los elementos numinosos.

Si bien, la prosa se vuelve demasiado bucólica, el autor concede mayor importancia a los escenarios que la acción. Es decir, Ramsey Campbell acaba centrándose tanto en las descripciones que el desarrollo de la historia acaba resultando previsible. Adviértase la facilidad con que Bárbara descubre las pistas necesarias para saber el paradero de su hija. Por ejemplo, resulta demasiada casualidad que el telediario emitiese el juicio contra los miembros pertenecientes a la misma secta cuando ella estaba tomando una copa junto a una amiga quien tenía un amigo que conocía a un conocido experto en sectas.

Igualmente, el escritor inglés realiza un juicio demasiado genérico y prejuicioso contra las «religiones marginales», aunque la novela verse sobre las «sectas destructivas» que, entre otros rasgos, se caracterizan por el reclutamiento de los niños, atentados contra la integridad física o la coacción de libertad a sus miembros. Es cierto que analizando detenidamente el contexto de la historia es importante recordar que durante aquellos años florecieron multitud de grupos que captaban, en su mayoría, personas vulnerables para aprovecharse de ellas, sobre todo económicamente. No obstante, este escepticismo acaba derivando en una ideología conservadora perceptible durante toda la novela y, en especial, los últimos capítulos. Al final del libro, Ramsey Campbell emplea el fuego como elemento purificador para exorcizar los últimos demonios del alma y obtener el perdón por los pecados cometidos, un símbolo de reminiscencia católica.

Por tanto, «La secta sin nombre» es un libro en el que predominan las sombras ante cualquier luz de esperanza. Ramsey Campbell vuelve a ofrecernos una historia descorazonadora sobre el ser humano y su incomprensible fascinación por la violencia. Si bien, es necesario recordar las palabras de los acólitos de Manson durante el juicio, «siempre existe alguien peor que nosotros». Un enemigo sin rostro ni nombre. Alguien… o algo dispuesto a esperar lo necesario para demostrar que el miedo (y el dolor) todavía puede ser peor que todo cuanto creíamos conocer.

LO MEJOR: El prólogo. El horror cotidiano. Los sutiles detalles que incrementan la tensión psicológica, como el empleo de escenarios urbanos.

LO PEOR: La prosa se vuelve bucólica al priorizar los escenarios sobre la acción. Una visión sesgada de las «religiones marginales». Olvidarse del contexto en el que se desarrolla la novela y las diferencias respecto a la década de los sesenta.

Sobre el autor: Ramsey Campbell, escritor y editor británico nacido en Merseyside, Liverpool, el 4 de enero de 1946. Es considerado uno de los mayores exponentes del género de terror del siglo XX. Sus primeras historias, aunque situadas en lugares hipotéticos de Gran Bretaña (a instancias de su editor) y no en Estados Unidos, eran claramente lovecraftianas, tendencia que fue abandonando en posteriores relatos y novelas. Dentro del terror ha publicado tanto novelas y cuentos “realistas” como otros en los que aparecen elementos fantásticos en la trama, todo ello con un estilo muy particular y cuidado que le ha hecho merecedor de buenas críticas. Campbell también ha destacado como editor de antologías de terror, y colabora con la BBC en programas de crítica de cine. La obra de Campbell, tanto corta como en formato largo, ha sido galardonada en múltiples ocasiones, siendo uno de los autores del género con más premios en su haber.


Arturo Gonzalo Aizpiri es el encargado de la primera traducción al castellano del Mary Shelley, Historia de un viaje de seis semanas. El acto de presentación tendrá lugar en el Café Comercial, Madrid, a las 19.30 del lunes día 17 de marzo.

 
 
Sinopsis: Mary Shelley, junto a su esposo Percy y su hermanastra Claire, realizó en 1814 y 1816 sendos viajes por el corazón de una Europa estremecida por el impacto de las guerras napoleónicas. Gran parte del segundo de ellos transcurrió en compañía de Lord Byron en las proximidades de Ginebra, y de él surgió Frankenstein, el relato que convertiría a Mary en un referente literario mundial.

A su regreso a Inglaterra, recopiló en un libro sus diarios y cartas sobre ambos viajes. Transcurridos ya casi dos siglos desde su publicación, el libro se nos presenta como un ejemplo arquetípico de la visión del mundo que desplegó el Romanticismo inglés, y de cómo esta visión sirvió para interpretar el cataclismo, calamitoso y liberador al mismo tiempo, que la Europa continental vivió entrela Revolución Francesa y la definitiva derrota del Imperio napoleónico.


Sobre la autora: Mary Wollstonecraft Godwin (Londres, 30 de agosto de 1797 - 1 de febrero de 1851), conocida como Mary Shelley, fue una narradora, dramaturga, ensayista, filósofa y biógrafa británica, reconocida sobre todo por ser la autora de la novela gótica Frankenstein o El Moderno Prometeo (1818), considerada la precursora de la moderna ciencia ficción.

La madre de Mary falleció tras darla a luz, por lo que ella y su hermana mayor, Fanny Imlay, serían criadas por su padre. Godwin dio a su hija una educación cercana a las teorías políticas liberales. En 1814, Mary Godwin inició una relación con Percy Bysshe Shelley, quien ya estaba casado. Los dos, junto con la hermanastra de Mary, Claire Clairmont, vivieron en Francia y viajaron por Europa; a su regreso, Mary estaba embarazada. Durante los dos años siguientes, ella y Percy se enfrentaron al ostracismo social, a las deudas constantes y a la desgracia del fallecimiento de su hija, nacida prematuramente. Se casaron a finales de 1816, tras el suicidio de la primera esposa de Percy Shelley, Harriet.

En 1817 pasaron el verano con George Gordon Byron, John William Polidori y Claire Clairmont cerca de Ginebra, Suiza, en donde Mary concibió la idea para su novela Frankenstein. Abandonaron Gran Bretaña en 1818 y se mudaron a Italia, en donde su segundo y su tercer hijo murieron antes de que Shelley diese a luz a su último hijo, el único que sobrevivió, Percy Florence. En 1822 su esposo se ahogó al hundirse su velero durante una tormenta en la Bahía de La Spezia. A partir de entonces, y ya desde Inglaterra, se dedicó a la educación de su hijo, a difundir la obra de su marido (publicó sus Poemas póstumos en 1824 y editó sus Obras poéticas en 1839 con valiosas y detalladas notas), y comenzó a comprometerse social y profesionalmente como escritora. Nunca volvió a casarse.

No logró la popularidad de Frankenstein con ninguna de sus obras posteriores, pese a que escribió otras cuatro novelas, y varios libros de viajes, relatos y poemas. Su novela El último hombre (1826), considerada lo mejor de su producción, narra la futura destrucción de la raza humana por una terrible plaga. Lodore (1835) es una autobiografía novelada. Mary Shelley falleció en Londres, mientras dormía y posiblemente a causa del tumor cerebral que padecía, el 1 de febrero de 1851. Su última voluntad fue ser enterrada junto a sus padres. Descansan en el cementerio de St Peter, Bournemouth.

 

Sinopsis: A Liv se le cae el mundo encima cuando su padre las abandona a ella y a su madre, y tienen que empezar una nueva vida en el pueblo de una amiga de juventud de su madre. Muy pronto, la tímida Liv conoce a las que serán sus mejores amigas: la bella Rachel y la rebelde Katherine. Al crecer, las tres chicas evolucionan de manera muy diferente —Katherine persigue sus sueños profesionales en Londres, Rachel se casa muy joven con el amor de su vida, y Liv se va a estudiar a la universidad—, aunque seguirán siendo las mejores amigas. El día antes de dar a luz, Rachel llama a sus amigas para decirles que quiere revelarles un secreto, pero nunca llega a contárselo. Descubrir el secreto de Rachel se convertirá en una prioridad para Liv y Katherine a lo  largo de sus vidas.

Crítica: Desde la constitución del Reino de Gran Bretaña a través de la unión política entre Inglaterra y Escocia – y posteriormente de Irlanda- el 1 de mayo de 1707, se convirtió en un precursor, así como referente del sistema parlamentario, la Revolución Industrial, la abolición de la esclavitud… Un país convertido en sinónimo del cambio, así como el principal escenario de algunos de los acontecimientos históricos recientes más importantes, tal y como les ocurre a «Las amigas de ojos oscuros».

Olivia (Liv), Rachel y Katherine son tres jóvenes que deberán afrontar los constantes cambios en sus respectivas vidas a lo largo de tres décadas (60’, 70’ y 80’) trascendentes para el Reino Unido, pero también para ellas. Judith Lennox las convierte en protagonistas de excepción para narrarnos en primera persona estos sucesos, permitiéndonos conocerlos desde una perspectiva mucho más subjetiva y cercana que aquella relatada por los libros de historia.

«Las amigas de ojos oscuros» es una novela retrospectiva en la que se entrelazan las vidas de sus personajes durante su búsqueda de la felicidad a través del amor y, sobre todo, la amistad. Y es que por muchos cambios acontecidos durante esta época, las tres amigas consiguen mantenerse siempre unidas por este sentimiento a pesar de que sus vidas acaben separándose durante algún tiempo.

De esta forma, Judith Lennox nos ofrece a través de sus respectivas experiencias un completo retrato, pues sus diametrales personalidades ilustran las consecuencias que tuvieron para las mujeres de aquellos convulsos años en base a factores sociales, económicos o culturales. A pesar de criarse juntas en Fernhill, asistir a la misma escuela, frecuentar los mismos lugares al terminar las clases, acudir todos los domingos a misa o las obligadas visitas de cortesía entre familias vecinas; enseguida advertimos las diferencias entre ellas. Por un lado, la ambiciosa e independiente Katherine, quien ansia una vida propia alejada de su familia tras comprobar durante toda su infancia y adolescencia las injusticias hacia la mujer, siempre limitada a las labores de madre y ama de casa. Además, siendo la única hija, debe competir para destacar sobre sus hermanos, quienes siempre han recibido un trato de favor y cierta condescendencia de sus progenitores, especialmente su gemelo. Por otro, la romántica Liv, que intenta suplir la ausencia de una figura paterna se entrega por completo a todos los hombres, aunque nunca sea recíproco. De hecho, ella demuestra ser capaz de renunciar a todo para conseguir mantener unida a su familia a fin de no fracasar en su matrimonio, tal y como piensa que ocurrió con sus padres. Finalmente, la favorable posición y la seguridad que le reportan el cargo político de su padre convierten a Rachel en una joven apática, carente de motivaciones y, aunque provoque los celos de sus amigas, demuestra ser una persona capaz de compartir.

Curiosamente, el entrelazamiento de historias resulta forzoso, pues los capítulos que deberían haberse dedicado al surgimiento de su amistad aquellos primeros años se dedican mayormente al pasado de Thea, la madre de Liv. Judith Lennox desaprovecha la narración en tercera persona, pues la intercalación es desequilibrada precisamente por la constante introducción de nuevos puntos de vista, en especial de personajes secundarios incorporados cuando la trama se encontraba demasiado avanzada. Esto provoca que la autora deba abarcar importantes márgenes temporales en unos pocos párrafos, desaprovechando el potencial que hubiesen tenido, por ejemplo, Rose y el sentimiento de culpabilidad por la muerte de su madre que intenta remedir, entre otros detalles, haciéndose vegetariana para no dañar a ningún otro ser vivo. O el proceso de adaptación de Hector a su reciente paternidad, obligándole a renunciar por completo a la vida de soltero que llevaba hasta ese momento.  

Por consiguiente, las vidas de Katherine y Liv resultan más atractivas de forma independiente. Adviértase que, en realidad, los períodos en los que están juntas son muy breves, Judith Lennox los desarrolla de forma más amplia, e incluso apreciamos que la prosa tiene un tratamiento mejor y el ritmo de la narración es más coherente, sin excesivos saltos temporales como ocurre en los otros.

No obstante, la autora si sabe aprovechar el contexto en el que se desarrollan. «Las amigas de ojos oscuros» realiza un recorrido fidedigno de aquellos años, demostrando al lector que realmente pocos han sido los avances conseguidos en la lucha por la igualdad. De hecho, resulta sorprendente comprobar la vigencia de muchos prejuicios hacia la mujer, como el asombroso cambio de actitud de Katherine tras sufrir un intento de violación, culpabilizándose por vestir de forma demasiado provocativa aquella noche. O la negativa de Liv a aceptar que su matrimonio era insalvable y el fracaso no es consecuencia de que ella no cumpliese como esposa en sus tareas, sino por las inseguridades de su marido.

Al igual que los amigos, perdonamos las pequeñas faltas para disfrutar con una novela sincera que nos recuerda la importancia de conservar a nuestro lado aquellas personas con las que siempre nos sentimos alguien especial. Y es que, con independencia de las circunstancias, la verdadera amistad consigue prevalecer sobre ellas. Si no me creéis, preguntadle a «Las amigas de ojos oscuros».

LO MEJOR: La interrelación entre los cambios en las vidas de las tres amigas y los de Reino Unido. La perspectiva cercana y personal de importantes acontecimientos históricos del país.  La nivela abarca todos los puntos de vista gracias a las diferencias de personalidad entre sus protagonistas, sobre todo Katherine y Liv.

LO PEOR: Las historias de Katherine y Liv resultan más atractivas de forma independiente, por las notables diferencias en el tratamiento de ambas cuando están juntas. El constante cambio de la perspectiva aprovechando la tercera persona, debido a la introducción tardía de determinados secundarios. La autora abarca períodos muy amplios en poco espacio.


Sobre la autora: Judith Lennox es autora de varios best sellers, entre ellos Step in the Dark y Before the Storm, ambos nominados al prestigioso premio Romantic Novel of the Year. Los lazos familiares, el desarrollo personal y profesional de sus personajes, y la superación de las duras pruebas del destino son los grandes temas de sus novelas, que han llegado a miles de lectoras, tanto en Gran Bretaña como en Alemania. Actualmente, compagina la escritura con su trabajo como profesora de filología inglesa en la Universidad de Lancaster.