Sinopsis: Seis mujeres de Sydney se reúnen, a las pocas semanas de dar a luz, para compartir experiencias y recibir consejos de una puericultora. Cada una emprende su particular viaje emocional en el crucial primer año de vida de sus bebés, a la vez que exploran nuevos sentimientos y los cambios en la relación con sus parejas. A pesar de sus distintas procedencias y circunstancias, las nuevas madres desarrollarán un vínculo más allá de sus bebés que las llevará a compartir sus problemas e ilusiones. Hasta que un trágico suceso sacará a la luz algunos secretos y pondrá a prueba su amistad.
Crítica: Laura Baena es una mala madre… Y se siente orgullosa. Esta malagueña descubrió –y no precisamente por las buenas- que la maternidad reporta grandes alegrías, pero también muchos quebraderos de cabeza. Las dificultades para compatibilizar la vida laboral y personal, el distanciamiento con la pareja, la incomprensión de tu antiguo grupo de amigas, todavía solteras o sin hijos, y un largo etcétera. Sin embargo, Laura decidió tomárselo con humor y, en vez se sentirse culpable por no ser la madre perfecta que la sociedad esperaba en que se convirtiese, fundó el Club de las Malas Madres para todas aquellas mujeres que necesitasen recordar quienes eran antes de que sus vidas se transformase en una sucesión de pañales sucios, biberones, cólicos o noches de insomnio.
Precisamente, «El Club de las madres novatas» reivindica la identidad de las mujeres, pero sin centrarse exclusivamente en su nuevo rol familiar. Al contrario, Fiona Higgins nos ofrece una novela destinada a todas aquellas madres -tanto primerizas como experimentadas- que, con bastante frecuencia, se han sentido solas e incomprendidas ante sus nuevas responsabilidades para demostrarnos que la maternidad no es sinónimo de renuncia.
La escritora australiana la plantea desde una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados en este subgénero del chick lit, tal y como hicieran Helen Fielding («El diario de Bridget Jones»), Marian Keyes («Claire se queda sola») o Allison Pearson («La vida frenética de Kate») quiénes, con su particular estilo crítico, rechazaban la imagen de superwoman que predomina en la literatura para mujeres. De hecho, el principal atractivo de sus personajes radica en su imperfección (?), aprendiendo a aceptar sus defectos con humor.
Si bien, Fiona Higgins opta por una historia más dramática, distanciándose del tono cómico para ofrecer una novela realista con la que muchas mujeres se sentirán identificadas ante las situaciones planteadas a través de sus personajes y que, en muchas ocasiones, representan auténticos tabúes dentro del colectivo –e incluso de la sociedad-.
A fin de conseguir ese equilibrio entre mujeres y madres, la autora divide el libro en seis capítulos, dedicados en exclusiva a cada personaje, narrados en tercera persona en los que se nos describe su día a día intercalándolos con flashbacks para acentuar los cambios tan importantes producidos en sus vidas tras el nacimiento de sus respectivos bebés. De hecho, las reuniones son un detalle secundario, porque el verdadero interés de la novela recae en su evolución personal y emocional durante los meses posteriores de dar a luz.
Curiosamente, «El Club de las madres novatas» no tiene un final cerrado, sino abierto. Es obvio que la intención de Higgins era simbolizar que nos encontramos solo ante el principio de una vida completamente nueva, un mero prólogo de una historia mucho más extensa y compleja de lo que en principio pudiera creerse. Es más, obsérvese que la mayoría de capítulos se interrumpen cuando en las historias de Ginie, Made, Cara, Suzie, Miranda y Pippa se produce un punto de inflexión que, en vez de continuar, sirven de introducción a la siguiente. Con ello, la autora simboliza el vínculo que se establece entre las madres no tanto por sus hijos como al principio de su relación, sino por los conflictos en otras facetas de su vida.
Es cierto que estos cambios de un personaje a otro resultan abruptos y no permiten desarrollarlos por completo, como Made o Suzie, pero «El Club de las madres novatas» no pretende ser una novela con principio, desarrollo y final, tal y como hemos señalado anteriormente. De igual modo, tampoco proyecta convertirse en una guía repleta de consejos sobre la maternidad. La finalidad de Fiona Higgins es cambiar nuestros prejuicios, ofreciéndonos una perspectiva íntima y sincera, atreviéndose incluso con tabúes jamás planteados que, aunque puedan resultar incómodos, es necesario conocerlos en la ficción para saber afrontarlos posteriormente en la realidad.
«El Club de las madres novatas» es una novela que, a pesar de su título, no discurre entre los tópicos clásicos sobre la maternidad, sino acerca de las dificultades de un grupo de seis mujeres para mantener su identidad. Fiona Higgins retrata con un tono íntimo las incertidumbres y conflictos de esta primera etapa como madres, siendo un mero prólogo para introducirnos en una historia que, realmente, solo acaba de comenzar. Un libro que sin pretensiones de convertirse en una guía sobre la maternidad, nos permite comprender mejor a estas mujeres junto a sus bebés. Nadie dijo que ser madre resultase sencillo.
LO MEJOR: Fiona Higgins ofrece una perspectiva sobre la maternidad íntima y sincera, planteando las dificultades de las mujeres durante esta etapa de sus vidas para conservar su identidad. El tono dramático de la novela, alejado del humor característico del género que, a veces, resulta histriónico y frívolo. La simbología de la estructura narrativa, especialmente del final abierto.
LO PEOR: La abrupta interrupción de algunas historias que no ofrecen un desarrollo completo del personaje.
Sobre la autora: Fiona Higgins es directora ejecutiva de una fundación filantrópica. Después de completar sus estudios universitarios, vivió en Indonesia, donde trabajó como traductora. En 2005, de vuelta en Australia, se casó y se volcó en la escritura. El club de las madres novatas es su segundo libro. Vive en Sídney, es madre de tres hijos y ya ha terminado una tercera novela.