Crítica de Llamadas desde el teléfono del cielo (Mitch Albom)

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Sinopsis: Todo el mundo comienza a hablar de Coldwater, una pequeña ciudad cerca del lago Michigan, cuando sus habitantes empiezan a recibir llamadas del más allá. Tess se comunica con su madre; Katherine, con su hermana, que murió hace cuatro años; el policía Jack, con su hijo Robbie, muerto en la guerra de Afganistán, y la joven Kelly recibe llamadas de una amiga recientemente fallecida. ¿Es el mayor milagro jamás visto o un engaño masivo? Sully Harding, un padre de familia muy afectado por la muerte de su esposa, y Amy Penn, periodista del programa Nine Actions News, de Alpena TV, empiezan a albergar serias sospechas de que las supuestas comunicaciones celestiales son un engaño y deciden investigar a fondo el asunto. Muy pronto, el pueblo se divide entre los que se lo creen todo a pies juntillas y los escépticos. Pero ¿quién es finalmente el responsable de las llamadas que se reciben en Coldwater? 

Crítica:¡Ring, ring! ¡Ring, ring! ¡¡¡¡Riiiinnnngggg!!!! El insistente timbre del teléfono se ha convertido en un sonido cotidiano. Con frecuencia molesto, nos obliga a detener cualquier actividad que estemos realizando para atender su llamada, como el sueño interrumpido de una madre ante el llanto obstinado de su recién nacido, y descubrir a la persona que se encuentra al otro lado de la línea. En la mayoría de las ocasiones son pequeñas conversaciones intranscendentes que, poco a poco, empiezan a sustituirse por las aplicaciones de mensajería instantánea; encuestas telefónicas, promociones comerciales… Sin embargo, otras veces nuestras vidas cambian desde el instante en que descolgamos el auricular. 

En «Llamadas desde el teléfono del cielo», Mitch Albom vuelve a reflexionar sobre la vida, la muerte y, sobre todo, la esperanza tal y como hiciera en anteriores novelas como «Martes con mi viejo profesor», «Las cinco personas que te esperan en el cielo» o «El guardián del tiempo» a través de una sucesión de acontecimientos aparentemente casuales, pero enlazados por las singulares circunstancias en las que se producen y que permitirán al conjunto de personajes que las protagonizan aprender una importante lección vital, así como el propio lector. 

Mitch Albom nos invita a conocer la pequeña ciudad de Coldwater, desconocida por la mayoría de estadounidenses, a excepción de los cada vez más escasos turistas que acuden durante las vacaciones, que también sufre las consecuencias de la recesión económica del país. La desesperanza ante el incierto mañana, la nostalgia por el pasado, las oportunidad pérdidas son alegorías que el autor utiliza a través del escenario para materializar los sentimientos de sus habitantes ante la conciencia de nuestra propia fragilidad. Es decir, el escritor estadounidense retrata el temor a la muerte precisamente por nuestra incapacidad para dar una respuesta satisfactoria a todas las preguntas que surgen al respecto. Y es que la falta de una prueba tangible nos vuelve recelosos ante la posibilidad de que realmente pudiera haber algo más después de la vida, aferrándonos casi de forma obsesiva al recuerdo de nuestros familiares y amigos ya desaparecidos; así como al sentimiento de culpa. De ahí que, cuando determinadas personas de Coldwater empiezan a recibir llamadas telefónicas de sus seres queridos fallecidos, se produce una división entre sus habitantes. Por un lado, aquellos que creen o tienen la necesidad de creer en una segunda oportunidad, no solo para emendar sus errores con esas personas, también que proporcionarle un sentido a todo el sufrimiento ocasionado por su pérdida. Por otro, los escépticos que consideran el “milagro” un montaje, una elaborada campaña de marketing orientada a atraer la atención de los medios para revitalizar la economía de la ciudad mediante el turismo religioso. O una broma pesada para burlarse de la fe de quienes todavía creen o han vuelto a hacerlo tras escuchar estas supuestas llamada desde el cielo. 

«Llamadas desde el teléfono del cielo» no solo reflexiona acerca de la fugacidad de la vida o la búsqueda de un sentido a la vida, también delibera sobre aspectos actuales como las TIC -tecnologías de información y comunicación- que aíslan a las personas de su entorno más cercano mientras que, paradójicamente, las posibilidades de establecer relaciones a larga distancia se incrementan con cada nuevo progreso; permiten difundir una noticia a través de internet en tiempo real y a nivel mundial- por ejemplo, La primavera árabe en Egipto-; o el uso moral que realicemos de las mismas. Además, Mitch Albom analiza la especulación, la corrupción política –e incluso eclesiástica-, la imposición de creencias, el conflicto entre religión y ciencia, entre otros. 

En este sentido, podemos afirmar que nos encontramos ante una de las novelas más críticas del autor, aunque demasiado correcta en algunos aspectos como el detalle de limitar las llamadas exclusivamente a personas cristianas considerando la diversidad cultural de Estados Unidos. No podemos evitar preguntarnos las repercusiones que tendría si el teléfono hubiese pertenecido a un budista, cuya religión profesa la reencarnación de las almas. 

A pesar de ello, Mitch Albom sigue evolucionando como autor, demostrando un estilo cada vez más maduro al que incorpora nuevos elementos, pues «Llamadas desde el teléfono del cielo» es también un thriller tecnológico que analiza algunas de las cuestiones planteadas en el párrafo anterior. Por primera vez, el escritor estadounidense combina diversos géneros para ofrecernos una novela de ritmo trepidante conforme avanzan las investigaciones de Sully, quien intenta demostrar el engaño para proteger a su hijo, aunque el descubrimiento pueda hacerle tanto daño como el silencio de su teléfono de juguete. 

Todo ello con la característica prosa del autor, sencilla en la narración y descripciones, de diálogos llenos de significado, de diferentes historias entrelazadas, de personajes reales por sus miedos e imperfecciones… Eso sin olvidar el tributo del autor a Alexander Bell, desarrollando de forma paralela ambas historias ligando algunos fragmentos significativos de su biografía con las vidas de los habitantes de Coldwater, especialmente Tess, Katherine y Jack para ilustrar el cambio que supuso para todos ellos recibir aquella primera llamada. 

«Llamadas desde el teléfono del cielo» es una novela esperanzadora que proporciona al lector una importante lección sobre las segundas oportunidades en la vida. Mitch Albom nos da una razón para creer en imposibles a través de un gesto tan cotidiano como levantar el auricular de nuestro teléfono reflexionado acerca de cuestiones actuales como el poder de los medios de comunicación, el uso de las nuevas tecnologías o la especulación económica. Una novela concebida para satisfacer a los seguidores incondicionales del escritor estadounidense, pero también para aquellos que necesitan un acto de fe en tiempos tan difíciles y convulsos; porque no es lo mismo oír que detenerse a escuchar. ¡Ring, ring! 

LO MEJOR: Un mensaje esperanzador y optimista necesario los tiempos actuales. Las reflexiones del autor acerca de cuestiones tan diversas como la necesidad de conservar la fe, la fragilidad de la vida humana, la especulación económica, los aspectos morales de las nuevas tecnologías, etcétera. La evolución de los personajes conformen se entrelazan sus respectivas historias. La combinación con el thriller tecnológico, proporcionando un ritmo más dinámico respecto a anteriores novelas. 

LO PEOR: La excesiva corrección del autor. Las llamadas solo se realizan a personas cristianas, sin mencionar el resto de religiones. 

Sobre el autor: Mitch Albom (1958) tiene una carrera muy polifacética más allá de su faceta como periodista, que le ha valido éxitos como vender más de 40 millones de ejemplares de sus libros en todo el mundo, entre los cuales se encuentra Martes con mi viejo profesor, que se ha convertido en el libro de memorias más vendido de la historia. Empezó su carrera como periodista, especializándose en deportes. Su labor como comentarista deportivo le valió varios premios, como el de Associated Press a la mejor crónica deportiva y al mejor periodista deportivo (galardón que obtuvo trece veces consecutivas). Hoy en día sigue escribiendo su columna deportiva para el periódico Detroit Free Press, de la que empezó a ocuparse en 1985. Paralelamente ha publicado varios libros sobre deportes que han entrado en la lista de los más vendidos del New York Times, y participado como locutor diversos programas de radio sobre deporte y cultura.

2 comentarios:

  1. No he leído nada de este autor, y lo cierto es que tengo ganas de hacerlo, especialmente con esta novela. Reconozco que por tu reseña, me he acordado de "Vuelven", de Jason Mott, por temática y por el tono de la historia.
    Besos.

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    1. Buenas noches Mara JSS,

      Si no has leído nada de Albom te recomiendo que empieces por su obra más conocida, "Martes con mi viejo profesor". Personalmente, mi preferida es "Las cinco personas que te esperan en el cielo", aunque cualquiera de sus novelas consigue transmitirte un mensaje positivo y esperanzador, algo muy necesario en los actuales tiempos en los que vivimos.

      Curiosamente, no conocía el libro de Jason Moot, pero después de tu mención voy a incluirlo en mi interminable lista de pendientes.

      Muchas gracias por tu comentario y espero que vuelvas a participar en futuras autopsias literarias.

      Un abrazo

      María del Carmen Horcas (La diseccionadora de libros)

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