Sinopsis: Una pequeña tragedia de nuestros días, o una
comedia, o cualquiera de las dos cosas, pues así están mezclados los tonos en
la vida cotidiana. Escrita con un humor y una agilidad extraordinarios, el
pequeño drama del protagonista: un hombre al que se le van derrumbando todos
los sueños, se nos muestra al cabo como una invitación a construir otros, a
seguir avanzando aunque sea en otra dirección.
Reseña: Desde
hace años, las palabras que más se repiten en los titulares de los periódicos e
informativos son crisis económica, paro, corrupción política, recortes, desahucios,
incertidumbre, miedo y un largo etcétera igual de pesimista. Por este motivo,
no resulta extraño que los ciudadanos se vuelvan cada más escépticos ante el
futuro que los aguarda. Cada vez resulta más difícil creer que el panorama
consiga mejorar a corto plazo y sin tener que realizar sacrificios que afecten,
sobre todo, a la clase trabajadora.
Es
cierto que existen libros como «El secreto» (Rhonda Byrne) que instan al lector a centrarse en los aspectos
positivos para mejorar su vida. Sin embargo, sus detractores afirman que
cualquier resultado es consecuencia del discurso sugestionable del autor y el efecto
placebo de sus palabras. Es decir, creemos lo que queremos creer.
Sin
embargo, «Objetos perdidos» no busca convertirse en un manual de
la vida, ni promete cambiárnosla tras su lectura. Al contrario, Miguel Baquero
nos narra una historia que cualquiera de nosotros podríamos haber
protagonizado, porque es cercana y sus anécdotas nos resultan familiares.
En alguna
ocasión, todos nosotros hemos realizado un balance de nuestras respectivas
vidas. Empezamos a recordar todos los
proyectos que se quedaron en nada, pospuestos con excusas como «el próximo año» o «cuando las cosas mejoren», para
terminar con cierta desazón por todos esos años desaprovechados. El autor
consigue hacernos reflexionar, aunque no sea la auténtica finalidad de su
novela.
Al igual
que el rencuentro entre dos viejos amigos, enseguida experimentamos la misma
simpatía y familiaridad con el protagonista, al que dejamos contarnos sus
aventuras (o mejor, dicho, desventuras) desde su etapa como estudiante
universitario, después como periodista frustrado, funcionario enclaustrado
(literal y metafóricamente) y, finalmente, ciclista urbano. Un monólogo cargado
de humor irónico, sin caer en el victimismo o en la resignación, que permite al
autor desplegar toda su imaginación,
sobre todo en «Aburrimiento y envidia». En esta
segunda parte se intercalan las ensoñaciones del protagonista con la crítica
social, económica y, en especial, política.
Sin
embargo, lo más importante de «Objetos perdidos» es el
mensaje final que nos transmite. Si las oportunidades no se te presentan,
fabrícate las tuyas propias.
VALORACIÓN:
8
LO MEJOR:
La capacidad del autor para convertir lo ordinario en una novela que se
disfruta en cada página. El estilo irónico, cercano y sincero de la narración.
La facilidad del lector para identificarse con el protagonista y muchas de las
anécdotas descritas.
LO PEOR:
Algunas de las ensoñaciones de «Aburrimiento y envidia» resultan
redundantes y prolongan en exceso la segunda parte de la novela. En rencuentro
entre el protagonista y Santiago, su amigo de la infancia, es muy breve.
Sobre el autor: Miguel
Baquero (Madrid, 1966) es autor de novelas y cuentos. Como novelista, ha
publicado las obras Vida de Martín Pijo (año 1999; 2ª edición en
2007), Matilde Borge, aviador (año 2003), y Vidas elevadas (año 2010)
y, en esta misma editorial, La rebelión
de los insectos (año 2011). Para el próximo año, 2013, está prevista la
publicación de su novela Old Blues blues.
Como autor
de cuentos, ha publicado los volúmenes de relatos Figuras de alambre y Diez
cuentos mal contados (año 2008), dentro este último del género de «ficción
futura» que en breve tendrá su continuación con la novela La conquista de la Tierra, cuya publicación está prevista asimismo
para 2013.
Sus
cuentos han sido premiados en numerosos certámenes literarios, como el Gabriel
Aresti, el Miguel Cabrera o el Jara Carrillo. Reseñista y colaborador habitual
en numerosas publicaciones digitales, es autor asimismo de la miscelánea A esto
llevan los excesos (publicada en el año 2009).
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