Sinopsis: No eres bienvenido” es una antología de
relatos de terror que gira alrededor del concepto de “pueblo maldito”.
Inspiradas en la atmósfera que nos transmiten lugares tan conocidos como Brigth
Falls, Twin Peaks, Silent Hill o Casttle Rock, las historias que componen esta
antología nos descubrirán que existen sitios que es mejor no visitar, en los
que la muerte y la locura aguardan al viajero y donde el MAL, en mayúsculas,
campa a sus anchas, decidido a no dejarte marchar.
Trece historias. Trece de los
mejores escritores de terror a nivel nacional. Trece lugares que no deberíais
visitar jamás…
Reseña: A pesar de que los destinos turísticos más demandados en
Estados Unidos corresponden con sus grandes metrópolis, como Nueva York, San
Francisco o Miami, en esta joven república federada siguen predominando los
paisajes rurales, sobre todo en el sur del país con las amplias extensiones de
cultivos de maíz y soja, convirtiéndolo en el mayor productor del mundo de estos
productos agrícolas. Si nos detenemos en cualquiera de las poblaciones
cercanas, descubrimos imágenes que parecen haber sido extraídas de cualquier
libro de historia utilizado durante nuestra etapa escolar gracias al
aislamiento que le proporciona, entre otros factores, la imposibilidad de
encontrar su nombre en cualquier mapa de carreteras o guía de viajes moderna,
como si no existieran... De hecho, cuando decidimos continuar nuestro viaje
tras repostar en la única gasolinera del lugar, no podemos evitar mirar varias
veces por el retrovisor para asegurarnos de que realmente sigue allí, de que
nuestra breve estancia ha sido real y no consecuencia de las muchas horas al
volante, así como el cansancio acumulado y los litros de algo parecido al café.
Y sin embargo, por mucho que veamos cómo se empequeñece en el horizonte a
medida que nos alejamos, posiblemente para no regresar, no podemos quitarnos la
sensación de que todo ha sido un sueño… O una terrible pesadilla de la que
todavía no hemos conseguido despertar por completo.
La Pastilla Roja publica su
segunda antología, «No eres bienvenido», en la
que recorremos trece pueblos para conocer sus pintorescas historias a través de
los autores que firman cada relato y que se convierten en nuestros particulares
guías turísticos en este viaje sin retorno. Una estancia que queremos dar por
concluida incluso antes de cruzar los carteles que anuncian nuestra entrada en
estos lugares malditos donde el miedo y el horror serán los principales
atractivos de nuestra visita.
Si tuviésemos que destacar
algunos de los relatos que conforman este itinerario por la américa más
profunda y desconocida por el lector serian:
«Honeybrook»
(Raelana Dsagan), un magnifica historia que nos describe la vuelta al hogar de
un soldado mutilado tras la guerra de Vietnam. Durante su peregrinaje, la
autora nos narra con una prosa sencilla, oscura y hermosa la nostofobia de su
protagonista, consciente de que su ímpetu juvenil fue la principal responsable
de la herida ocasionada tras su partida y el vacío irrecuperable que Honeybrook
jamás conseguirá superar, simbolizado en una inesperada metáfora final que
estremece y, al mismo tiempo, emociona al lector.
«Inss Town»
(Daniel P. Espinosa) nos deleita con una asombrosa variedad de pastas ofrecidas
amablemente por sus ancianos habitantes, siempre acompañadas de una buena taza de té y las interminables
anécdotas de los lugareños, deseosos encontrar alguien nuevo con quien
compartirlas. Una historia con un brillante humor negro y satírico que
devoramos con fruición y sin dejar migaja sobre nuestro recién estrenado jersey
de rombos o nuestros pantalones subidos hasta prácticamente las axilas.
«Widow’s Island»
(So blonde) nos seduce como el canto de las sirenas hacia la perdición de
nuestra alma por nuestros pecados. El autor nos ofrece una nueva visión de la
redención a través del castigo merecido por los crímenes cometidos en el
pasado. Un sobrio relato sin concesiones narrativas ni eufemismos que nos
describe un escenario donde la belleza o la inocencia son frágiles apariencias
que ocultan un mar de locura, dolor y muerte.
«Alimañas»
(Alicia Pérez Gil) nos demuestra la importancia de mantener las costumbres
ancestrales. Una interesante visión sobre las tradiciones que imperan en estas
pequeñas poblaciones cuando lo han perdido todo y solo pueden ampararse en el
consuelo que les proporciona su fe, siempre que el progreso no se interponga en
sus creencias. La autora nos ofrece un relato lleno de inesperados giros
narrativos que nos provoca un escalofrío tan intenso como una gélida e
indiferente mirada felina.
En lo que respecta al resto,
existen relatos que tienen buenas introducciones, pero conformen avanzábamos en
la lectura decrecen, tal y como ocurre en «Los niños del molino» (A.
M. Caliani) y «El abono»
(Macu Marrero). Ambos podrían considerarse un auténtico tributo a «El pueblo de los malditos» (John Wyndham) y «La pequeña tienda de los horrores» (Roger Corman) respectivamente,
pero la narración resulta desigual conforme se desarrollan los acontecimientos,
e incluso podemos decir que la conclusión resulta precipitada, sobre todo en el
segundo relato mencionado. Sin embargo, ocurre lo contrario con
«Siempre vuelven para el juicio» (David Pardo), que mejora
progresivamente gracias a una interesante estructura narrativa en la que
converge presente y pasado, sin olvidar su escabrosa secuencia final.
Por otro lado, contextualizar
todos los relatos exclusivamente en Estados Unidos limita bastante la
diversidad de la historias. De ahí que se repitan algunos elementos como los
investigadores paranormales («Un lugar llamado medianoche»
(Miguel Aguerralde) y «Lous T. Clark, Investigador Paranormal»
(Alberto Guerrero Corral)) y que, además, recuerdan demasiado a la saga
protagonizada por «Tom Z» (J. E. Álamo); o
algunos acontecimientos históricos recientes del país como la Guerra de Vietnam
(«Honeybrook» (Raelana Dsagan) y «Widow’s Island»
(So blonde)).
Finalmente, «Bleedy Hills»
(Uriska Serrano), «Familia» (Francis Cuevas) y
«Holy Moon» (David Rozas Genzor) son paradas poco
recomendables en nuestro viaje. Los tres relatos mencionados resultan propios
de la serie B low cost que tienden a sustentarse con chistes poco graciosos,
desnudos principalmente femeninos, grandes cantidades de sangre y vísceras o una
amplia variedad de monstruos ridiculizados por las recientes sagas juveniles.
En definitiva, «No eres bienvenido» nos ofrece un ruta diferente por Estados
Unidos con estancia obligatoria en trece pueblos cuyo mayor atractivo turístico
reside en la capacidad de hacernos sufrir y experimentar el miedo de trece
formas completamente diferentes. Ignora el cartel, aquí serás bien recibido e
incluso es posible que no quieras marcharte… O no puedas hacerlo.
LO MEJOR: La temática de la antología. Los relatos «Honeybrook» (Raelana Dsagan), «Inss Town»
(Daniel P. Espinosa) «Widow’s Island» (So blonde)
y «Alimañas» (Alicia Pérez Gil). La introducción de «Los niños del molino» (A. M. Caliani) y «El abono» (Macu Marrero).
La estructura narrativa y el sangriento final de «Siempre vuelven para el
juicio» (David Pardo).
LO PEOR: Ambientar todas las historias en Estados Unidos provoca la
repetición de determinados detalles. Algunos relatos tienen una buena
introducción, pero decrecen conforme avanzábamos en su lectura. Los relatos de «Bleedy Hills» (Uriska Serrano), «Familia»
(Francis Cuevas) y «Holy Moon» (David Rozas
Genzor).
Gracias por la reseña Maricarmen. Ya sabes, nunca dejes de comer pastitas con el té ;)
ResponderEliminarEl agradecimiento es mutuo Daniel, sobre todo después de haberme divertido tanto pasando miedo con los peculiares habitantes de tu pueblo maldito. Cuando quieras compartimos unas pastas y un té caliente. ;)
EliminarUn abrazo
María del Carmen Horcas (la diseccionadora de libros)