Publicada en La web del Terror
Sinopsis: En Juniper,
Arizona, nunca ocurre nada extraordinario. De modo que el anuncio de la
apertura de El Almacén supone una gran novedad. Todo lo que uno pueda querer
está bajo un mismo techo y a un precio increíble. Pero conviene tener cuidado
con lo que uno quiere… Bill Davis es el único en el pueblo que es capaz de
percibir el mal que bulle en torno a El Almacén. El proceso de construcción ha
estado rodeado de extrañas irregularidades, y
la influencia y el poder de la empresa están adquiriendo dimensiones
espeluznantes. Pese a todo, Bill no puede impedir que sus dos hijas
adolescentes busquen trabajo en El Almacén. Y entonces empiezan a ocurrir cosas
extrañas ¿Qué pasa exactamente en los sótanos de la tienda? ¿Quiénes son los
misteriosos jefes nocturnos?
Cuando por fin Bill toma cartas en el asunto, conseguirá ir más allá de
lo que había imaginado, aunque a un precio aterrador. Ahora El Almacén está
dispuesto a negociar, y Bill deberá enfrentarse a su misterioso propietario
para salvar a su familia, su pueblo y su vida.
Es más, las semejanzas no se
limitan exclusivamente a King, sino que también podemos apreciar pequeños
tributos a las obras más conocidas de los otros dos autores. Por ejemplo, el
chantaje al que someten a Bill Davis es bastante similar al que sufre Micht
McDeere en La tapadera (John
Grisham).
A pesar de estas semejanzas, Bentley
Little desarrolla una interesante novela con un trasfondo sociológico que
evidencia las faltas del actual sistema económico, como ocurre en La McDonalización de la sociedad (G.
Ritzer) o La caverna (José Saramago).
El autor busca el entretenimiento del lector, pero también conseguir hacerlo
reflexionar sobre el alto precio que realmente paga cada vez que acude a una
macrosuperficie comercial: la agonía del pequeño comercio, la ruina de decenas
de familias, la sobreexplotación de sus trabajadores, la dependencia económica,
los privilegios legales, la corrupción política… La lectura de El almacén resulta fascinante ante la
capacidad de su autor para describir la progresiva degradación de Juniper ante
la influencia del centro comercial sobre sus habitantes, los cambios que
experimenta su comportamiento, la forma en que su cotidianidad se ve alterada
al introducir nuevo elementos, en apariencia, tan inofensivos como un simple
par de sandalias con tacón alto.
El lector consigue identificarse
con sus personajes debido a que la mayoría de las escenas que se nos describen
resultan familiares, pues todos hemos sido testigos del cambio que experimenta
una ciudad ante la apertura de un nuevo centro comercial, cuya presencia
resulta incomprensible en muchas ocasiones. Sin embargo, El almacén es completamente diferente a todo cuanto hayamos
conocido antes, pues entre sus paredes se esconden muchos secretos, algunos de
ellos mortales.
El almacén es una lectura progresiva, que empieza describiendo
episodios, en apariencia inofensivos, para ir profundizando lentamente en la
compleja estructura que le permite funcionar y ejercer su poder en los diferentes
niveles de la comunidad de Juniper. Es decir, no es solo lo que representa El almacén cara al exterior, sino
también aquello que los clientes no pueden ver y descubrimos gracias a sus
empleados. En Fast Food Nation (Eric Schlosser) mencionaba los estrictos códigos de
comportamiento por los que debía regirse las franquicias y que clasificaba de
sectarios, pues las relaciones entre empleador y empleado se fundamentaba en el
poder que podía ejercer el primero sobre el segundo, sin necesidad de responder
ante nadie cuando el castigo fuese desproporcionado. De igual modo, el empleado
debe mostrar una actitud sumisa para poder conservar un trabajo precario,
consciente de que las opciones laborales se han visto reducidas desde su
llegada y pronto se convertirá en la única fuente fiable de trabajo en aquel
lugar. Además, se encuentra la necesidad de encajar dentro de un determinado
grupo, con objeto de no sentirse excluida en este entorno y convertirse, a su
vez, en víctima del acoso de tus propios compañeros, quienes olvidan cualquier
relación que hubiese podido existir previamente entre vosotros.
Al trabajar las dos hijas de Bill
Davis no solo nos permite conocer el funcionamiento interno de El almacén, sino también las diferentes
formas de actuar ante una situación de especial presión sociológica. Bentley Little no pretende juzgar si sus
decisiones son correctas, sino que se limita a describir los acontecimientos
para que el lector extraiga sus propias conclusiones. De hecho, en ningún
momento recrimina el acoso que sufre la familia Davis por el rechazo que
manifiestan hacia El almacén, pues es
consciente que todos acabamos siendo influenciados y, ante determinadas
situaciones y cambiamos con objeto de poder sobrevivir ante una nueva realidad
que nos ha sido impuesta.
Sin embargo, El almacén representa, ante todo, la historia de un padre dispuesto
a realizar cualquier sacrificio para salvar a su familia, incluso ponerle
precio a su alma.
Con todo, la novela de Bentley
Little decrece en sus últimos capítulos. Durante la mayor parte de la
narración, los enigmas que rodean a la inmensa construcción de cemento y
cristal quedan relegados a un segundo plano frente a las historias personales,
como los jefes nocturnos. De modo que la novela concluye sin que muchas de las
incógnitas reciban respuesta y, al igual que el final abierto que nos ofrece,
el lector debe realizar su propia interpretación. Es posible que el autor lo
concibiese de esta forma para, como dijimos en los primeros párrafos, obligarlo
a pensar por si mismo y no transformarse en una pieza más de la compleja
maquinaria que representa El almacén.De
hecho, podemos aseguraros que vuestra visita a sus instalaciones no os dejará
indiferentes.
Eso sí, recordar que antes de internarse en
las profundidades del averno en busca de su amada, Dante leyó la siguiente
frase en las puertas que lo custodiaban: “Abandonen
toda esperanza aquellos que entren aquí”. Bienvenidos a El almacén, ¿qué desea?
VALORACIÓN: 7
LO MEJOR: La progresiva degradación de Juniper y sus habitantes. La
crítica social que realiza el autor sobre los centros comerciales y el efecto
que produce su presencia en las pequeñas comunidades. El almacén y su peculiar
método de entrevistas.
LO PEOR: Demasiadas similitudes con King. El planteamiento de
incógnitas que luego no son resueltas. El tratamiento superficial sobre la
estructura interna de El almacén.
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