NO quiere decir NO
Resulta sorprendente como una palabra tan sencilla, de significado tan inequívoco y sin ambigüedades puede ocasionar tantos problemas de interpretación (y aceptación), especialmente para el destinatario de la negativa, quien, de forma desesperada, insiste en atribuirle muletillas como “quizás con el tiempo…”, “en un futuro podríamos ser algo más…”, “aunque ahora seamos solos amigos, siempre existe la posibilidad…”, o el clásico y sencillo “pero”, entre otras fórmulas similares. Todas ellas con un mismo objeto: negar la realidad, mantener una fantasía que solo sobrevive gracias a la esperanza y fe ciega depositada en un futuro incierto y un presente en continuo cambio. En cierto sentido, resulta admirable la convicción y el empeño de la otra persona por querer convertir la amistad en ese “algo más” tan ansiado. Sin embargo, siempre existe la posibilidad que los continuos halagos y atenciones ocasionen el efecto contrario al deseado y acaben alejándote de esa persona tan apreciada y querida. Cuando los sentimientos no son correspondidos, es mejor afrontar la evidencia y abandonar la causa. Engañándose solo se consigue hacerse daño, además de perder un tiempo (y dinero) muy valioso que podría haberse dedicado a encontrar a aquella persona que realmente puede llegar a apreciarte y, lo más importante, quererte como mereces. Un beso, un abrazo, una caricia o una sonrisa son gestos que pueden malinterpretarse y dar lugar a confusiones, pero un NO nunca tendrá otro significado que NO. Tendrás que resignarte.
A veces somos muy claros, pero el otro quiere escuchar otra respuesta y no tenemos más remedio que sentarnos y aguardar con paciencia que lo entienda.
ResponderEliminarUn beso grande, Lou
Podría decirse que realizan una "doble lectura" de tus palabras y, aunque la esperanza nunca debe perderse, tampoco hemos de ingorar la realidad.
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