
Crítica: Al igual que Dorothy Parker («Colgando de un hilo»), Alice Munro («Mi vida querida»), Lydia Davis («El final de la historia»), Shirley Jackson («La maldición de Hill House»), entre otras cuentistas que la precedieron, Lucia Berlin vivió –y escribió- en los márgenes del panorama literario del siglo XX. Sin embargo, la publicación en agosto del 2015 de la antología «Manual para mujeres de la limpieza» nos permitió descubrir a esta narradora excepcional convirtiéndola en el gran «descubrimiento» del año.
Inspirándose en su itinerante y convulsa vida por múltiples países del continente americano, principalmente Estados Unidos, Chile o México; el fracaso de sus tres matrimonios; las diferentes profesiones que ejerció para mantener a sus cuatro hijos; o su alcoholismo reincidente, Lucia Berlin escribió los setenta y siete relatos que constituyen su bibliografía.
«Manual para mujeres de la limpieza» es una antología en los que la autora narra la vida de personajes marginados por la sociedad, maltratados por una mísera existencia a consecuencia de la pobreza, el alcohol o las drogas, malformaciones físicas, minusvalías psíquicas, prejuicios raciales… Lucia Berlin describe las paradojas de la vida humana contraponiendo lo ordinario y lo extraordinario, la juventud y la vejez, la belleza y la fealdad para relatar con inteligencia, sensibilidad y valentía a través de los protagonistas de sus relatos -la mayoría mujeres desorientadas- la capacidad del ser humano para anteponerse a las circunstancias y (sobre)vivir.
Durante la lectura de los cuarenta y tres relatos que componen la antología, apreciamos la evolución personal –y literaria- de Lucia Berlin, compartiendo sus recuerdos mediante una prosa fluida, espontánea que establece un diálogo directo con el lector.
Un estilo vivo, repleto de expresividad y riqueza idiomática que exalta de forma constante los sentidos del lector, por ejemplo, mediante el uso de onomatopeyas para evocar sonidos concretos de su infancia.
De esta forma, observamos el crecimiento de la obra en paralelo a las experiencias de la autora, una progresiva maduración y depuración de su estilo en consonancia a los cambios acontecidos durante itinerante vida. Lucia Berlin experimenta con el lenguaje con la modificación del punto de vista del narrador, la innovación en la estructura del relato o el peculiar uso de la puntuación – que prácticamente renuncia al uso de la coma- que dotan al texto de un estilo propio y dinámico. Asimismo, Lucia Berlin no solo consigue mantener la atención del lector en el argumento, sino también sorprenderlo ante la imprevisibilidad de la conclusión del relato que, en la mayoría de las narraciones, con un final abierto que incitan a la reflexión.
A pesar de los símiles que puedan establecerse con otros autores como Raymond Carver o Antón Chéjov, Lucia Berlin es una escritora única en todos los sentidos y la lectura de sus relatos una experiencia irrepetible.
Sin embargo, el mayor atractivo de los relatos escritos por Lucia Berlin son sus personajes. Cabe resaltar la empatía de la autora para retratar la degradación humana, la vulgaridad, la fealdad, la suciedad… Lucia Berlin demuestra la capacidad de identificarse con aquellas personas que la sociedad tiende a ignorar, concediéndoles todo el protagonismo en sus relatos.
Una mirada penetrante, compresiva e hipnotizadora sobre la ignominia del ser humano que tiene como base principal la compleja relación con su madre, una mujer apesadumbrada por la juventud y la libertad de sus dos hijas. Los personajes femeninos de Lucia Berlin son mujeres conscientes de las mayores dificultades que deben afrontar frente a los hombres, dotándolas de una determinación admirable y un infatigable espíritu de superación ante la indiferencia, el desprecio ajeno.
Con todo, Lucia Berlin incurre nunca en el victimismo, sino todo lo contrario. Sus relatos son sensibles, melancólicos e incluso divertidos. La autora no pretende limpiar sus heridas ni justificarse ante el lector u obtener su compasión, «Manual para mujeres de la limpieza» retrata aspectos incómodos de la sociedad –y su propia persona- con dignidad, permitiéndonos disfrutar de su lectura a pesar de describirnos los aspectos más sórdidos de la sociedad como los abusos infantiles, el maltrato doméstico, la drogadicción, los embarazos no deseados y un largo etcétera que en otros libros hubiésemos preferido saltar de página.
En definitiva, «Manual para mujeres de la limpieza» representa el merecido reconocimiento de Lucia Berlin como una de las grandes narradoras del siglo XX y, aunque representa la consagración póstuma de la autora, siempre podremos disfrutar con los relatos de esta mujer que, a pesar de las adversidades, demostró una ternura, un coraje y una inteligencia que todavía hoy resultan difíciles de encontrar lejos de la ficción. Un libro que podría resumirse en based a true story.
LO MEJOR: Absolutamente todo.
LO PEOR: El desconocimiento sobre la obra de Lucia Berlin hasta la publicación de «Manual para mujeres de la limpieza», un reconocimiento póstumo. Únicamente engloba 43 de los 77 relatos escritos por la autora. Los relatos no están ordenados cronológicamente, impidiendo apreciar mejor la evolución literaria de la autora en paralelo a sus experiencias.

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