Publicada en OcioZero
Sinopsis: Tras la desaparición del patriarca de los Weston una calurosa noche de de verano, el clan se ve obligado a reunirse en la casa familiar de Pawhuska, Oklahoma, donde sentimientos reprimidos durante años estallan en un torrente de emociones. Todos estarán bajo la influencia de Violet, una mujer que cuando no está absolutamente drogada por las píldoras, suelta veneno por la boca; se enfrentarán con su pasado y su presente, entre secretos y verdades a medias.
Sinopsis: Tras la desaparición del patriarca de los Weston una calurosa noche de de verano, el clan se ve obligado a reunirse en la casa familiar de Pawhuska, Oklahoma, donde sentimientos reprimidos durante años estallan en un torrente de emociones. Todos estarán bajo la influencia de Violet, una mujer que cuando no está absolutamente drogada por las píldoras, suelta veneno por la boca; se enfrentarán con su pasado y su presente, entre secretos y verdades a medias.
Premio Pulitzer de Teatro 2008,
la adaptación cinematográfica de la novela está protagonizada por Julia
Roberts, Meryl Streep y Ewan McGregor.
Crítica:
There is nothing that is wrong
In wanting you to stay here with me.
I know you've got somewhere to go,
But won't you make yourself at home and stay with me?
And don't you ever leave.
Lay down, Sally, and rest you in my arms.
Don't you think you want someone to talk to?
Lay down, Sally, no need to leave so soon.
I've been trying all night long just to talk to you.
The sun ain't nearly on the rise
And we still got the moon and stars above.
Underneath the velvet skies,
Love is all that matters. Won't you stay with me?
And don't you ever leave.
In wanting you to stay here with me.
I know you've got somewhere to go,
But won't you make yourself at home and stay with me?
And don't you ever leave.
Lay down, Sally, and rest you in my arms.
Don't you think you want someone to talk to?
Lay down, Sally, no need to leave so soon.
I've been trying all night long just to talk to you.
The sun ain't nearly on the rise
And we still got the moon and stars above.
Underneath the velvet skies,
Love is all that matters. Won't you stay with me?
And don't you ever leave.
El sonido distorsionado de la guitarra
eléctrica que identifica el estilo único de Eric Clapton tocando este instrumento
es reconocible conforme nos acercamos al hogar de la familia Weston. La letra
de «Lay down Sally» es el prólogo de
la escena que encontraremos dentro de la destartalada casa de campo en la que
se reúnen la mayoría de sus miembros para celebrar el velatorio de Beverly Weston.
A pesar del lúgubre ambiente, tanto del lugar como de las personas allí
reunidas, Violet Weston está eufórica. Algunos
podrían considerarlo un efecto secundario de la ingesta preocupante de
medicación -no solo por el tratamiento contra el cáncer de mandíbula que padece,
también por su adicción a las pastillas-, aunque la razón es otra muy
diferente:
VIOLET.- Porque estamos juntas. Después de tanto tiempo, ya era hora de
disfrutásemos de una reunión familiar. Es un día perfecto para decirnos la
verdad.
«Agosto» es una aguda obra de teatro escrita por Tracy Leets sobre
el drama de una familia disfuncional estadounidense que, paradójicamente, se
enfrenta a la vida en común -siempre contra su voluntad- después del suicidio
de su patriarca. Una temática que el dramaturgo retomaría con «Killer Joe» con su particular humor
negro, aunque de forma más brutal y provocando una irrevocable aversión sexual
contra el pollo frito.
En ambas, el autor consigue que
el espectador -o lector- se replantee la lealtad hacia su estirpe, atacando
directamente las «sólidas
convicciones» y valores morales por lo que debería regirse
cualquier estructura familiar, demostrando que todo son simples y frágiles
apariencias.
VIOLET.- Todas las mujeres necesitan maquillaje. El que te diga lo
contrario miente. Fíjate si era guapa Elizabeth Taylor. Más que ninguna. No
necesitaba maquillaje. Pero llevaba una tonelada.
Si bien, el cinismo presente
durante toda la obra no pretende conseguir la redención de sus personajes ni
justificarlos ante el lector, sino todo lo contrario. «Agosto» carece de moraleja, cualquier reflexión o conclusión moral
que extraigamos de su lectura será una mera casualidad, nunca el objetivo
final. Y es que nuestra relación con los personajes es conflictiva, oscilando
de forma constante entre el amor y el odio, en especial con Violet Weston, la
matriarca de este grupo de personas obligadas nuevamente a convivir, cuando sus
diferencias prevalecen sobre los lazos de sangre.
Una mujer difícil de calificar
con una sola palabra. ¿Madre abnegada? ¿Esposa fiel? ¿Abuela cariñosa?... ¿O
una auténtica hija de puta? Violet Weston sería la candidata ideal para
representar el personaje de la malvada madrastra en cualquier obra infantil, haciendo
llorar a los niños con su extenso vocabulario de palabras hirientes y
comentarios maliciosos. De hecho, no resulta extraño que Beverly cumpliera su
promesa de «hasta que la muerte nos
separe», quizás demasiado pronto.
KAREN.- Eso es algo que debemos reconocer a papá y mamá. Hay que
quitarse el sombrero delante de cualquiera que resista casado tanto tiempo.
BARBARA.- Karen, papá se ha suicidado.
No obstante, debemos profundizar
en el personaje para comprender las causas de su aflicción, convirtiéndola en
una mujer dependiente, siempre necesitada de la atención de los demás. Al fin y
al cabo, ella es una auténtica superviviente de la hipocresía familiar que se
ha limitado a mentirle durante décadas, bien por compasión o por egoísmo. En
realidad, Violet no pretende vengarse de sus allegados, sino hacerles
comprender el daño que le han afligido ante su incapacidad de perdonarlos,
porque demuestra haber tenido una gran paciencia con todos. Por el contrario,
incluso sus propias hijas la han abandonado para iniciar una nueva vida en la no
hay sitio alguno para ella, aunque sea su madre. Adviértase que Johnna
Monevata, el ama de llaves, reconoce que
permanece en la casa solo porque necesita el trabajo, pero no por simpatía a su
jefa o cualquier otro miembro de los Weston. Es decir, la mayor preocupación es
conservar su única fuente de ingresos y, para ello, debe asegurarse de cuidar
bien a Violet, con independencia de la mayor o menor simpatía que sienta hacia
-o contra- ella.
KAREN.- No lo estoy defendiendo. Ya sé que no es perfecto. No lo somos
nadie, ninguno de nosotros, aquí, en el estiércol. Tampoco soy yo un angelito.
He hecho cosas de las que no me siento nada orgullosa. No te las puedes ni
imaginar. Y es posible que tenga que volver a hacerlas, porque la vida nos pone
muchas veces entre la espada y la pared. Después de todo, también soy humana.
En cualquier caso, deberías ocuparte primero de tus propios asuntos, en vez de
leernos la cartilla a los demás.
A pesar del drama inherente,
resulta imposible no disfrutar con su lectura y, sobre todo, reírse ante el
progresivo surrealismo de las escenas descritas, pues «Agosto» destaca por sus brillantes diálogos repletos de comentarios desabridos, carentes de
cualquier eufemismo o lindeza narrativa.
BARBARA.- Pero metió en el psiquiátrico un arsenal de pastillas…
escondido en la vagina. Esa es la gran Generación. Nos soltó todo un discurso
mientras se metía un frasco de pastillas en el chocho. ¡Por Dios Santo!
BARBARA.- Son síntomas de la menopausia masculina. Problemas con la
energía creativa y necesidad de follarte a una niña con pañales.
Y es que «Agosto» nos demuestra que la familia no siempre representa el pilar fundamental de
nuestras vidas, ni tampoco debería serlo. Tracy Leets pone en evidencia la
hipocresía de la estructura básica de cualquier sociedad con un humor tan
corrosivo como la lengua de Violet Wetson, quien obliga al lector a su familia
a enfrentarse a la realidad, aunque sea tan dolorosa como admitir que:
YVY.- Pues no, no te conozco, y no voy a seguir tragándome el mito de
la familia y la unión entre los hermanos. Somos seres aislados. Algunos nacemos
reunidos accidentalmente por la genética, una selección de células hecha al
azar. Pero ya está.
LO MEJOR: El humor negro de Tracy Letts. La ruptura de convencionalismos.
Los diálogos y sus constantes giros. Violet Wetson.
LO PEOR: Algunas personas confundirán el cinismo del autor con
pesimismo. La escasa costumbre a leer teatro, y más una obra tan arquetípica.
Sobre el autor: Tracy Letts
(Tulsa, Oklahoma, 1965), hijo de un actor y una conocida autora de bestsellers, es una de las plumas
más interesantes de la dramaturgia norteamericana contemporánea. Además de Agosto, es también autor de Killer Joe (1993), Bug (1996), Man from
Nebraska (2003,
finalista del Premio Pulitzer de Teatro 2004), y Superior Donuts (2008). Sus obras se han representado a
nivel internacional. Actor además de dramaturgo, Letts es miembro de la
Compañía de Teatro Steppenwolf y ha trabajado en series tan conocidas como Prision Break y The District.
Agosto es, hasta el momento, su obra más
exitosa. Se estrenó en Chicago en 2007 y ese mismo año se llevó a Broadway
(Nueva York) donde estuvo en cartel hasta 2009. Ha sido reconocida con los
prestigiosos galardones Drama Desk
Award for Outstanding Play 2008, Premio Pulitzer de Teatro 2008 y
Premio Tony a la mejor obra de teatro 2008.
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