Publicada en La Web del Terror
Sinopsis: En plena noche, cinco extraños son
convocados de manera peculiar a una escuela para niños ricos en las afueras de
la ciudad. Una vez dentro, y todavía sin conocer el propósito real de la
reunión, comprenderán que todos ellos están relacionados de una u otra manera
con una tragedia que tuvo lugar una década atrás: la muerte de catorce niños en
el aula 19. En un juego de desconfianzas y complicidades, deberán desentrañar
el misterio de aquellas muertes y sus implicaciones en el presente. En la
escuela se esconde la verdad, pero también alguien peligroso que ha esperado
mucho tiempo para mostrar su verdadera naturaleza.
Reseña: A
pesar de todos nuestros años en la escuela, muchas de las lecciones que
aprendimos después de horas y horas ante los libros de textos han sido
olvidadas. Si alguien nos preguntase, es posible que no fuésemos capaces de
dictar las tablas de multiplicar sin equivocarnos, señalar en un mapa el nombre
de los ríos y montañas que componen nuestro país o recordar las fechas exactas de
los grandes acontecimientos históricos. No obstante, lo que si permanece en
nuestra memoria son otros detalles como el sonido de la sirena que anunciaba el
ansiado recreo, el polvo de la tiza flotando en el aula, el eco de las conversaciones
en los pasillos, los apodos de compañeros y profesores…
«Aula 19», la segunda
novela de Federico Axat, nos hace retomar los estudios con una historia clásica
de fantasmas y edificios encantados que consigue aprobar, pero con alguna falta
a destacar en su expediente académico.
Si realizamos un repaso de los
títulos más significativos del género, podemos encontrarnos clásicos como «El
fantasma de Canterville» (Oscar Wilde), «La casa encantada» (Charles
Dickens) u «Otra vuelta de tuerca» (Henry James) que sirvieron de
precedente a Stephen King («Rose Red», «El resplandor») e incluso
a William Peter Bladly («Elsewhere») para escribir sus propias versiones
sobre almas en pena atrapadas en un lugar. A pesar de esta amplia cantidad de
novelas, existen pocas diferencias en su presentación y desarrollo, pues todas
acaban empleando los mismos recursos narrativos, tal y como ocurre en «Aula
19». Tiempo estático, cuerpos traslucidos, espacios cambiantes… La mayoría
de estos elementos son conocidos por cualquier lector aficionado a la temática
paranormal y provocan una sensación de déjà
vú al encontrárselos en otra novela.
Una impresión que persiste
durante gran parte de la historia, salvo la explicación utilizada por el autor
para justificar los extraños acontecimientos que se suceden en la escuela,
único fragmentos verdaderamente significativo, pero no original. De hecho, el Federico
Axat bien podría haberse inspirado en la etapa científica de Dean Koontz y,
concretamente, en «Mirada Ciega», «Relámpagos» o «Nocturno».
Y es que, al igual que «Benjamin», Axat prefiere centrar la atención del
lector en el grupo de personajes que intervienen durante la trama.
Durante la narración existen
constantes flashbacks que nos permiten conocer sus respectivas historias y, al
mismo tiempo, comprender su presencia en la escuela. Es cierto que estos
fragmentos resultan aclarativos, e incluso nos permiten empatizar con los
personajes, pero su inclusión en la historia supone una constante interrupción
en la lectura. Las sucesivas intercalaciones entre pasado y presente dificultan
la tensión psicológica in cresendo, a
consecuencia de esta oscilación entre planos temporales poco justificada en
algunos fragmentos.
Con todo, «Aula 19» consigue
mantener al lector intrigado hasta las últimas páginas debido a los giros argumentales
y un final que desmantela cualquier teoría que previamente se hubiese
formulado, sorprendiéndolo cuando ya creía que todo había terminado. Por tanto,
Federico Axat no repite curso, pero tendrá que realizar un mayor esfuerzo para
recuperar el nivel de «Benjamin».
LO MEJOR: La explicación al misterio del aula 19. Algunos flashbacks.
LO PEOR: El uso de elementos propios de las novelas sobre fantasmas
y casas encantadas. La constante interrupción de la narración a consecuencia de
los flashbacks.
Sobre el autor: Federico Axat es el autor de «Benjamin», novela que lleva vendidos más de 25.000 ejemplares en su edición en papel y que ha sido publicada en España, México e Italia. Aquí nos entrega una obra fiel a su estilo, con giros argumentales y una trama que desafía de forma permanente al lector para confluir en un final sorprendente.
La historia no está mal,no.No es nada nuevo,pero cumple su objetivo de entretener.Sin embargo le veo un "peeeero" muy gordo,y quizás sea debido a su estilo como escritor,y es que en ocasiones me daba la impresión de estar leyendo una obra mal traducida.
ResponderEliminarYa,ya se que es argentino y no hay nada que traducir. Quizás Federico lo haga de forma inconsciente,obnubilado por parecerse a Stephen King.
La misma impresión de cuando leí Nazareth Hill (Ramsey Campbell),la historia podía salvarse pero la traducción la hizo muy deficiente.
La salvedad que menciones podría ser consecuencia de la autoedición de la obra, pues más que la traducción tiendo a considerarlo una falta de correción del texto. Sin embargo, estoy de acuerdo en tu percepción de que muchas novelas pierden debido a una mala traducción al castellano. Por esta razón, recomiendo en muchas reseñas leerse el libro en su idioma original.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un saludo
María del Carmen Horcas (La diseccionadora de libros)
Creo que los flashbacks son algo más que explicaciones, son casi novelas paralelas, Literatura. Sí veo la falta de corrección de texto, pero lo que para nosotros son argentinismos son palabras decididas por el autor y punto. No es un libro de fantasmas, cuidado, es otra la historia y hay que leer muy bien el final para comprender la profundidad de la vuelta de tuerca. Reconozco que "la posible ciencia-ficción" me echaba para atrás pero me ha satisfecho mucho al terminarlo.
ResponderEliminarBuenas noches,
EliminarDiscrepo respecto a tu interpretación de los flashbacks, no los considero historias paralelas, porque tendrían que desarrollarse en un mismo tiempo y espacio para aplicarles esa definición. En mi opinión, son fragmentos que complementan y nos permiten comprender la historia presente a través de acontecimientos pasados que siguen teniendo influencia en la actualidad. Además, el uso de este recurso debe realizarse de forma que ambos tiempos confluyan coherentemente, evitando solapamientos o excesivas interrupciones, tal y como ocurre en la presente novela.
Los argentinismos considero que deberían traducirse al castellano, pues algunas palabras poseen una semántica diferente según el país e inducen a confusión al emplearlos en un determinado contexto. Por ejemplo, el verbo "coger".
Finalmente, reconozco que la explicación me sorprendió ante el giro narrativo, pero no es suficiente para ignorar el resto de carencia de la novela.
Un cordial saludo
María del Carmen Horcas (La diseccionadora de libros)
A mí la historia me gustó mucho, hubo momentos que me tenía atrapada y yendo en el colectivo, me pasé dos veces por estar leyendo jajaja. Creo que hay un tema con la falta de corrección del texto, en la que por momentos debía volver a leer el párrafo. También quedé conforme con el final, porque me ha pasado de leer novelas atrapantes y con finales que no me satisfacen y quedan abiertos o se cierran de una manera que una se pregunta, ¿y aquí que pasó?. Muy bueno el blog. Saludos
ResponderEliminarBuenas tardes Fiume,
EliminarMuchas gracias por tu comentario, el contraste de opiniones totalmente divergentes respecto a una misma novela demuestra la individualidad del lector para interpretar aquello que está leyendo sin dejarse influenciar por opiniones externos. Y es que las disecciones literarias publicadas en este blog no pretender condicionar una percepción, sino captar el interés del lector hacia un libro concreto para que pueda desarrollar su propia opinión al respecto. Por esa razón agradezco tan sinceramente tu comentario, en especial por el respeto en tus palabras pese a que ambos discrepemos sobre la valoración final de "Aula 19". espero que vuelvas a participar en futura autopsias literarias.
Un cordial saludo
María del Carmen Horcas López (La diseccionadora de libros)
La verdad q ya este es el tercer libro que leo de axat ( el pantano de las mariposas y la ultima salida me encantaron!) Esta historia del aula 19 parece ser muy prometedora, sin embargo es una constante interrupcion que hasta se vuelve un poco molesto el tema de los flashbacks, sin embargo seguire leyendo a ver en que termina...
ResponderEliminarBuenas tardes Yani,
EliminarReconozco haberme sentido tan decepcionada con "El aula 19" que dudaba en seguir leyendo la bibliografía de Axat, pero "El pantano de las mariposas" representaba una madurez en el estilo del autor difícil de ignorar y ahora estoy pendiente de poder empezar "La última salida", sobre todo después de leer sus magnificas críticas y, por supuesto, vuestras recomendaciones.
Si te gusta el estilo de Axat, te recomiendo Javier Quevedo Puchal ( "Cuerpos descosidos"), o José Ignacio Becerril Polo ("El hombre imaginado"), estoy segura de que no te decepcionarán.
Espero que disfrutes del resto de la lectura, aunque si tuviera que destacar una de sus primeras novelas sería "Benjamin", mientras que prescindiría de la presente.
Muchas gracias por dejar tu comentario y espero que vuelvas a participar en futuras -o anteriores- autopsias literarias.
Un cordial saludo
María del Carmen Horcas (La diseccionadora de libros)