Crítica de La sombra de Poe (Matthew Pearl)

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Sinopsis: Baltimore, 1849. El cuerpo de Edgar Allan Poe es enterrado en una tumba sin nombre. El público, la prensa y la propia familia del célebre autor asumen su condición de borracho con un patético final. Pero un apasionado admirador, un joven abogado llamado Quentin Clark, decide arriesgarlo todo para restituir el buen nombre de Poe, descubrir el misterio que rodea sus últimos días y descifrar las extrañas circunstancias de su muerte. Inspirado por los relatos de Poe, Clark intenta encontrar al único hombre que puede resolver este extraño caso: la persona en la que se basó Poe para crear al infalible detective C. Auguste Dupin. Con la aparición de dos candidatos comienza una competición sin igual para desentrañar la muerte de Poe y demostrar quién es el «verdadero» Dupin. Clark se verá envuelto en un duelo de inteligencias, un torbellino de misterio y literatura del que sólo podrá escapar investigando. Un thriller histórico lleno de suspense, una novela magistralmente ambientada que ilumina un oscuro enigma de la historia de la literatura: la muerte de Edgar Allan Poe.

Siniestras conspiraciones internacionales, una misteriosa mujer o el tráfico de esclavos en un Baltimore corrupto son algunos de los ingredientes de la nueva novela de Matthew Pearl, el autor que cautivó a Dan Brown con El club Dante, traducida a treinta lenguas y publicada en cuarenta países.

Reseña: El asesinato de Madame l’Espanaye y su hija Mademoiselle Camilla en su apartamento de la Morge conmocionó a los parisinos, no por la brutalidad del crimen sino por las desconcertantes circunstancias en las que se produjo. Ambos cuerpos fueron encontrados en el interior del piso después de que la policía consiguiese acceder tras derrumbar la puerta, pues la llave estaba puesta y todas las ventanas cerradas. Una vez dentro, hallaron a  la madre degollada, su cuello presentaba un corte grueso e irregular que no coincidía con ninguna arma que los germandes conocieran, mientras que los restos irreconocibles de su hija pendían del hueco de la chimenea…

Este es el comienzo de «Los crímenes de la calle Morgue», el primero de los tres cuentos escritos por Edgar A. Poe y protagonizado por el célebre detective C. Auguste Dupin, quien inició el género policíaco a partir de la resolución del primer misterio en una «habitación cerrada». La fama adquirida por el personaje a partir de estas historias lo convirtió en un referente de la literatura, inspirando a autores posteriores como Arthur Conan Doyle y Agatha Christie para la creación de Sherlock Holmes y Hércules Poirot, respectivamente. Asimismo, Dostoevsky reconoció que utilizó a Dupin como prototipo para el personaje de Porfiry Petrovich («Crimen y castigo»), e incluso Allan Moore realizó un tributo al detective francés en su novela gráfica «La liga de los hombres extraordinarios».

Al igual que los anteriores, Matthew Pearl también lo homenajea con «La sombra de Poe» utilizando como base la investigación realizada por Quentin Clark, un abogado de Baltimore que se convierte en espectador casual de entierro del célebre escritor,  para resolver las incógnitas que rodean su fallecimiento.

El autor emplea los rasgos propios que caracterizan los cuentos protagonizados por Dupin, como la narración en primera persona por un amigo cercano al detective, en esta ocasión el joven Clark; o el proceso analítico que permite descubrir la verdad, siendo  más importante el razonamiento realizado que la respuesta al propio misterio. De este modo, «La sombra de Poe» bien podría considerarse la cuarta aventura protagonizada por el excéntrico, aunque brillante investigador.

Sin embargo, ello no impide a Matthew Pearl deleitarse en algunos de los rasgos más significativos de la obra de Poe y que explican la fascinación por su literatura, así como para justificar la cruzada iniciada por Clark en solitario ante la incomprensión de amigos y familiares.

«No pude encontrar el principio ni el final, y no fui capaz de distinguir que partes presentan razón y cuáles locura. Era como sostener una página frente a un espejo y tratar  de leerla bizqueando.»

En este sentido, es muy importante el contexto en el que se desarrollan los acontecimientos. El conservadurismo de la época obliga al joven Clark a vivir según las convicciones sociales. Por tanto, el despliegue de creatividad realizado por Poe en sus escritores representaba una ruptura con el pasado, con lo establecido y que no podía (o debía) cambiarse. Sin embargo, la lectura de «El cuervo» acaba descubriéndole una nueva forma de concebir la realidad, es decir, el cambio.

«Poe despertó la curiosidad al forzar lo posible hasta su máximo extremo, y eso cautivaba el alma.»

De igual modo,  la vigencia de la esclavitud en Estados Unidos que acabaría por convertirse en la principal causa de la Guerra de Secesión (1861-1865) o la inestabilidad política y social en Francia ante la inminente declaración de la Tercera República Francesa son acontecimientos que acaban influyendo, pues representan «la sombra» del ser humano, aquella oscuridad de alma que obsesionó a Poe y supo representar de forma metafórica en todos sus cuentos. Al fin y al cabo, como dice el propio Pearl a través de su personaje:

«El genuino misterio no era el acertijo concreto que la mente se esfuerza por desentrañar: la mente del hombre, ése era el verdadero y perenne misterio del relato. »

Sin embargo, el autor repite los mismos errores de sus anteriores novelas. Por un lado, el exceso de descripción durante toda la narración, provocando un distanciamiento del lector. Es cierto que los relatos de Dupin se resolvían con una compleja red de asociaciones, pero ello no justifica el predominio del detalle sobre la acción. A pesar de que la intención de Matthew Pearl fuese recrear la literatura de Poe en su propia obra, debería haber considerado que el lector actual no está acostumbrado al estilo de finales del siglo XIX, no tanto por su contenido como por su forma.

«Parece que su arte consiste en decir cosas sencillas de una manera que las hace difíciles de comprender, y cosas triviales de una forma misteriosa, que las hace parecer solmenes. »

Por otro, la estructura de los capítulos no es la adecuada. La mayoría se prolongan demasiado y tienden a abarcar una gran cantidad de acontecimientos en el mismo espacio. Además, en algunos fragmentos apreciamos saltos temporales significativos que abarcan períodos de varios meses, sobre todo en el Libro II: París.

A pesar de ello, Matthew Pearl nos ofrece una novela inteligente, con inesperados giros narrativos ambientada en diferentes escenarios que consiguen recrear la convulsa época política y social con gran precisión. Un auténtico tributo al personaje de Poe y, sobre todo, a la dicotomía presente durante toda su obra entre la razón y las sombras de nuestra cordura en la búsqueda de la verdad.

«Una vez Poe escribió un cuento acerca del conflicto entre la sensatez y la sombra de que hay en nuestro interior. La sensatez,  lo que sabemos que deberíamos ser; la sombra, el peligroso y reidor Duende de lo Perverso, el conocimiento oscuro de lo que debemos hacer, haremos o, secretamente, quisiéramos hacer. La sombra prevalece siempre. »


LO MEJOR: «La sombra de Poe» puede considerarse la cuarta historia protagonizada por C. Auguste Dupin, pues el autor consigue recrear el estilo de Poe en su novela. Matthew Pearl equilibra la historia de la investigación sobre el fallecimiento del célebre escritor con la coyuntura político y social en el que se producen, es decir, sabe contextualizar la historia sin llegar a eclipsar la trama principal.

LO PEOR: El estilo y la historia limita la lectura solo a los seguidores de Poe y su personaje Dupin, tal y como ocurría con «El club Dante» y «El último Dickens».  La estructura de los capítulos. Los saltos temporales en la narración. El predominio del detalle sobre la acción.

Sobre el autor: Matthew Pearl es el autor de los bestseller internacionales El club Dante, La sombra de Poe y El último Dickens, todos ellos publicados en Punto de Lectura. Pearl se graduó cum laude en Literatura Inglesa y Norteamericana en la Universidad de Harvard y en 2000 finalizó sus estudios de Derecho en Yale. Su primer libro, El club Dante, ha sido traducido a más de treinta idiomas y publicado en cuarenta países. Ha dado clases de literatura en la Universidad de Harvard y en la de Emerson y actualmente vive en Cambridge, Massachussets. Dan Brown, autor de El código Da Vinci, dijo de él: «Mathew Pearl es la nueva estrella deslumbrante de la ficción literaria, es un autor impetuoso, creativo e inmensamente dotado.»

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